Ficha The Last Ship

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Críticas de The Last Ship (2)




Raúl Rubio Peñas

  • 30 Jul 2016

6



Una segunda temporada muy en la línea de la primera, aunque yo personalmente percibí una cierta mejoría. Sigue el patriotismo yanki de ¨somos los mejores y por eso ganamos siempre¨, siguen los capítulos con argumentos ridículos, y siguen los villanos trillados. No obstante, hay una gran mejoría con respecto a lo floja que era la primera temporada.

Esta segunda temporada empieza por todo lo alto, con dos primeros episodios en los que nuestros protagonistas se enfrentan con la política negra, madre de una de las integrantes del barco, que se había convertido en una dictadora que quería ¨iniciar una sociedad mejor¨, dejando que los pobres y los menos preparados de la ciudad fueran sucumbiendo a causa del virus.

El caso es que en estos dos capítulos, Eric Dane y sus militares se enfrentan con esta curiosa versión de Condonezza Ricce, que al final termina suicidándose cuando sus planes fracasan por completo. Por el camino caen también el científico traidor de la primera temporada, que muere como un héroe, y el invitado especial Titus Welliver, cuya muerte es algo indigna y considero que podían haber aprovechado mejor al personaje, aunque teniendo en cuenta que Welliver es protagonista de su propia serie (Bosh, en Amazon), es lógico que decidieran darle un final al personaje.

A partir de ahí, se nos presenta la que será la trama principal de esta segunda temporada: Nails, el Paciente Cero del virus, más conocido como el Comerratas, sobrevivió a la explosión del barco ruso y ahora se ha unido a un grupo paramilitar llamado los Elegidos, compuesto únicamente por aquellas personas que son inmnunes al virus, y que se ha convertido más en una secta que en otra cosa. Los dos líderes militares de este grupo son dos hermanos irlandeses, personajes tópicos a más no poder, el iracundo joven y el veterano más reflexivo, inteligente y cabrón. No obstante, considero que se tratan de buenos villanos de temporada, ya que ambos son grandes actores y cada vez que aparecían elevaban el nivel de la serie.

Total, que nuestros héroes del barco se topan con este grupo de Inmunes, y se establece una rivalidad entre Eric Dane y el irlandés, que a partir de entonces se verán las caras en muchas ocasiones a lo largo de la temporada. En un determinado momento, se descubre que los Inmunes tienen en su poder a un importante político al que le correspondería ser Presidente de los Estados Unidos, al cual coaccionan y controlan para asegurarse un puesto de poder en el Nuevo Orden que va a surgir. Por supuesto, Eric Dane y el resto rescatarán al presidente, que por supuesto es otro personaje cliché, el típico presidente honrado estadounidense.

Por otro lado, la doctora Rhona Mitra acaba cargándose al Comerratas al tiempo que crea una vacuna para el virus tomando como referencia el ADN del Comerratas. En otras palabras, Rhona Mitra asesina a un rehén desarmado, violando la Convención de Ginebra, pero a todos los patriotas que hay en el barco se la suda completamente, y ni siquiera es juzgada.

Además, en esta temporada se nos presenta a nuevos personajes, como por ejemplo una soldado israelí interpretada por la preciosa Inbar Lavi, y también una hacker antisistema interpretada por la también preciosa Tania Raymonde. Y hay algo que me molestó con respecto a estos dos personajes.

Primero hablaré sobre Inbar Lavi. Su personaje posiblemente fuera uno de los más carismáticos y queribles de los que están en el barco, una auténtica tipa dura y la actriz guapísima. El típico personaje que enseguida cae bien, directamente dejando en un segundo plano a muchos de los marines de la primera temporada. Pues bien, Inbar tiene una relación amorosa con un marine afroamericano, y pocos capítulos después muere tras una explosión provocada por los Inmunes. Entiendo que podría ser una táctica de guionista el hecho de matar a un personaje querido para que el villano de temporada resulte más odioso, pero lo cierto es que queda como el culo, ya que The Last Ship no cuenta precisamente con muchos personajes memorables.

Por otro lado, sobre la hacker antisistema cabe mencionar que Eric Dane se dirigen a ella como lo haría el típico patriota de pandereta, diciéndole que el capitalismo es lo mejor y que ella está equivocada por haber colaborado con los Inmunes. Es entendible que estén molestos con ella por las bajas que llegan a causar los Inmunes en la tripulación del barco, pero incluso cuando la chica ve que se ha equivocado al apoyar a los Inmunes, los militares continúan tratándola mal e incluso diciéndole que la matarán si no les ayuda.

Pese a todo, considero que esta temporada ha sido muy superior a la anterior, y el capítulo doce, con esa colosal batalla naval entre el barco de los protagonistas y el submarino de los Inmunes me encantó. Una pena que, al final, el líder irlandés muera junto al resto de su tripulación, ya que era un personaje que daba para mucho más. Si fueran listos, deberían traerlo en una hipotética cuarta o quinta temporada, ya que The Last Ship necesita de forma urgente un antagonista que dure más tiempo, un Moriarty perfecto para Eric Dane, y al matar al ruso y al irlandés han desperdiciado dos buenas oportunidades.

Por último, cabe mencionar lo realmente preocupante que es el tema de los personajes de esta serie, ya que la mayoría de los protagonistas son auténticos inútiles a nivel argumental. Los únicos que tienen verdadera funcionalidad son Eric Dane, Adam Baldwin, Travis Van Winkle, Tex y el marine joven afroamericano, que además suelen ser los que más se lucen en escenas de acción. Otros, como el recluta feo que parece sacado de American Pie, el doctor latino con gafas, la ingeniera pelirroja o el cocinero negro gordito, aportan más o menos, pero son secundarios y al menos puede perdonárseles que nos resulten tan irrelevantes.

Sin embargo, hay personajes cuya utilidad en la trama es nula y que deberían desaparecer ya. Por ejemplo, una vez descubierta la vacuna para el virus, el personaje de Rhona Mitra es inservible, motivo por el que su muerte (porque le pegan un tiro en el último capítulo de temporada y dejan su destino en el aire) estaría más que justificada. O ya puestos el contramaestre, que se supone que es un personaje importante, pero en veinticinco capítulos sigue siendo igual de aburrido y plano que antes. O mismamente la novia de Van Winkle, la cual esta temporada solo ha aportado un par de escenas donde nos recuerda que está embarazada.

En fin, espero que la tercera temporada mantenga al menos la calidad de esta segunda. Deseando estoy de ver con qué nuevas locuras nos sorprenden Eric Dane y su tripulación.



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Raúl Rubio Peñas

  • 5 Jun 2015

5



¨Deberían llamarla The Last Shit, la última mierda¨ es lo que me dije cuando alcancé el capítulo 6, y es que esta serie dejaba bastante que desear.

¿Que por qué lo digo? Bueno, la verdad es que la serie se parece mucho a la serie española El Barco, al menos en lo que se refiere a los coeficientes intelectuales de sus jóvenes protagonistas, aunque he de reconocer que Eric Dane mola muchísimo más que Javi el de Verano Azul.

Para ponernos en situación, la serie nos cuenta más o menos la historia de que un virus, muy parecido al Ébola, ha acabado con gran parte de la población de la Tierra y hay un buque de guerra estadounidense donde una científica está buscando la cura. Los soldados están aislados, no pueden hablar con sus familias y ni siquiera saben si están siguen vivas o han muerto. Vamos, que lo que nos propone The Last Ship es una serie survival apocalipta al estilo The Walking Dead, Falling Skies, Battlestar Galactica, y un largo etcétera, donde en teoría vamos a ver cómo reacciona un grupo de marines a semejante catástrofe.

La premisa a priori parece muy atractiva, lo malo es que, lejos de centrarse en las relaciones humanas y demás, la serie funciona como un panfleto en el que mostrar lo guay que es la Marina, para que los jóvenes norteamericanos se alisten en ella, y de paso dejar claro que Estados Unidos es la mejor y más guay nación del mundo. Vamos, el mismo rollo patriótico de siempre. ¿He dicho ya que el productor es Michael Bay?

Eso explica muchas cosas, como el hecho de que, a pesar de la precaria situación en la que están, no haya suicidios entre los soldados, ni deserciones ni intentos de motín, y todo justificado con la frase ¨Nuestra patria es América¨. Si en un capítulo cualquiera hubiera aparecido Optimus Prime o Meghan Fox como militar, no hubiera resultado menos inverosímil. Y es que ese es el principal problema de la serie, todo parece irreal, una fantasmada proyanki con superhombres que no sienten dolor ni miedo, que nunca se equivocan (cuando digo nunca es nunca) y con un patriotismo que ralla lo paranormal. Me explico: Independence Day es una americanada, pero esta está un paso más allá, a veces da la sensación de que quiera rozar incluso la autoparodia.

Las interpretaciones no son malas, pero tampoco son gran cosa. El único que se esfuerza es Eric Dane, que resulta bastante convincente, a pesar de que su personaje es un Action Man que siempre acierta. El resto, como personajes, dejan bastante que desear: Adam Baldwin se supone que es uno de los protagonistas y su personaje no destaca mucho más que el del contramaestre, Rhona Mitra es sosísima como científica, al marine guapete no pude tomármelo en serio desde que me di cuenta de que era el adolescente que se volvía loco magreando a la Julianna Guill en el remake de Viernes 13, hay otro tío que se parece a Jimbo de American Pie y demuestra tener la misma inteligencia, el simpático Tex es un cliché en sí mismo, y el personaje del científico traidor es interesante, pero no dejan de cambiar su forma de ser de un capítulo para otro.

Ahora iré destripando un poco la serie, así que si no has visto la primera temporada, deja de leer. En el primer capítulo, en menos de veinte minutos ya tenemos que los malos malísimos son los rusos y tras una persecución desde helicópteros bastante cutre, los marines consiguen escapar y cargarse a los rusitos. La cosa ya empieza a apestar un poco, y es que a los pocos minutos esos mismos rusos lanzan una bomba nuclear sobre Francia. Claro que sí, campeones. Rusia es y será siempre el Eje del Mal, la potencia más oscura y malvada del mundo frente a Estados Unidos, que son auténticos angelitos. Estoy seguro de que lo de Hiroshima y Nagasaki fueron los rusos y no Yankilandia.

Pero la cosa va a peor en el segundo capítulo, donde el buque para en la costa de Guantánamo para ir a pedir combustible y suministros al parque de atracciones que los militares tienen allí montado. Sí, parque de atracciones, por mucho que algunos lo llamen ¨prisión donde se violan los derechos humanos¨. Total, que Erica Dane y los suyos se encuentran a un simpático personaje llamado Tex, integrado en la serie porque algún guionistas listo se dio cuenta de que necesitaban algún militar con más de treinta años porque eso parecía una guardería. Bueno, el caso es que Tex se presenta como un ¨contratista que va por libre¨, vamos, lo que viene siendo un mercenario, uno de los torturadores de Guantánamo, pero eso por supuesto no te lo dicen porque Tex es un héroe americano.

A los cinco minutos, descubrimos que Guantánamo ha sido tomado por terroristas de Al-Qaeda, que eran los antiguos prisioneros. ¿Que cómo ocurrió esto? No esperéis que hubo un motín de árabes ni nada por el estilo, sino que los militares estadounidenses, como son seres de luz, decidieron liberar a esos hombres ahora que el mundo había acabado. Hombres a los que los patriotas americanos torturaban día sí y día también, como todos hemos visto en fotografías. Hombres que en su mayoría no eran terroristas, sino milicianos luchando por su supervivencia y a veces incluso gente que no sabía ni usar un arma, como niños pequeños, y que tuvieron la mala suerte de ser capturados por otros árabes y vendidos como ganado a Estados Unidos. Pero en The Last Ship no vemos nada de eso, ni siquiera se menciona que esos hombres fueron torturados (que sabemos que sí), solamente que son terroristas muy malos porque lo dicen Tex y Eric Dane. Con dos cojones, señores guionistas.

Y lo más gracioso de todo es que los terroristas no van vestidos con uniformes de presidiarios, que sería lo normal, sino que llevan las chilabas típicas de los árabes. ¿Hay alguien que se crea eso? El punto álgido del capítulo llega cuando Eric Dane suelta la frase ya mítica ¨Hay algo que no ha cambiado. ¡Nosotros no negociamos con terroristas!¨ y acto seguido acribillan a tiros a los árabes. Esperaba que de un momento a otro Tex le dijera: ¨Pero, señor, nosotros financiamos golpes militares y atentados en Cuba, Ecuador, Venezuela, Ucrania, Egipto, Sierra Leona, Irak y otros muchos países¨, y que Eric Dane respondiera algo como ¨De acuerdo, de acuerdo. Les damos dinero y les ponemos armas en las manos, pero no negociamos con ellos, que luego eso es de flojeras¨.

En el tercer capítulo, la trama vuelve otra vez a los rusos y nos presentan al villano de temporada, que es un general ruso muy malo porque el mundo le ha hecho así, un tipo que es capaz de matar a sus propios hombres solamente para demostrar a Eric Dane lo malo que es. Por supuesto, la trama del ruso es un completo disparate, aunque el actor lo hace muy bien y parece un villano de película de James Bond. Luego aparece también un científico ruso al que yo apodé como El Comerratas, que ya hay una escena en la que parece que va a comerse un ratón, al más puro estilo V. El Comerratas es el peor personaje de toda la serie, por lo que ya comentaré después.

Por otra parte, se revela que el científico estadounidese que ayudaba a Rhona Mitra es un traidor aliado de los rusos, y Eric Dane lo encierra en una habitación. Pero el científico no es mala gente y lo ha hecho todo porque si no hubiera ayudado al rusito, este se hubiera cargado a su mujer y a su hija. Cuando el tipo intenta explicarle a Eric Dane que si hubiera dicho algo, habrían matado a su familia, el muy lerdo le suelta ¨¡Pues habernos pedido ayuda¨. Pero a ver, Action Man, ¿no te acaba de decir el hombre que si se hubiera ido de la lengua se cargan a su familia? ¿Cómo cojones querías que os lo dijera a vosotros?

El cuarto capítulo es una bazofia absoluta, que básicamente consiste en que el barco se queda sin agua potable y Eric Dane opta por una solución que podía haberlos matado de sed a todos, pero como son americanos consiguen llegar a una isla y se salvan.

En el cinco ya vuelve el despiporre total. El barco llega a Costa Rica y un grupo se baja para coger monos para que la científica pueda experimentar con ellos, pero por motivos que no vienen mucho a cuento, se encuentran con una comunidad de latinoamericanos que viven en la selva y que son liderados por un mafioso llamado El Toro, que además es un violador muy malo y al que por supuesto los yankis tendrán que detener. Otro ejemplo de cómo ven a los latinos en Estados Unidos. Vamos, que yo ya me esperaba en el último capítulo se enfrentaran a Fidel Castro o a Maduro.

En el sexto capítulo, resulta que el científico traidor le dice a un soldado negro gordito llamado Bacon que Eric Dane les está ocultando cosas, lo cual es más que evidente. Eso provoca malestar en los soldados, quienes se quieren largar de allí y volver con sus familias. Adivinad como acaba la cosa: discursito de Eric Dane sobre lo importante que es ser americano y marine, que ellos son los mejores, que no volverá a ocultarles nada, y al final les convence. En el último minuto de capítulo, Eric Dane va a amenazar al científico únicamente por haberle dicho la verdad a los marines y luego le quita su tablero de ajedrez porque Eric Dane es el héroe americano y da igual que el otro lleve razón. Si esto lo hiciera un ruso, sería poco menos que el Diablo, pero como lo hace un yanki, pues es un héroe.

En el séptimo capítulo, los marines se encuentran a una chavala negra en un barco, viva, y que al parecer es inmune al virus, por lo que la científica decide usar su sangre como vacuna. Cuando a la chica, le preguntan su nombre responde ¨Llamadme Deus ex Machina¨, y es que no hay otra definición para el personaje. Pero como es de esperar, el militar ruso vuelve dando por culo y captura a Tex y a Eric Dane y los lleva a su barco. A lo largo del octavo capítulo, se produce algo así como la lucha final entre USA y la URSS, que diga Rusia, y que por supuesto acaba con todos los estadounidenses salvándose (salvo uno de los marines del motín del sexto capítulo, que llevaba tatuado en la frente la palabra ¨Dispárame¨), y también logran salvar a la mujer y a la hija del científico traidor. Se supone que el militar ruso y el Comerratas mueren en la explosión del barco ruso, pero como no se les ve morir y el barco tampoco explota entero, no dudo de que al menos uno de ellos saldrá en la segunda temporada.

Pero como todos los capítulos tienen su momento ridículo, el octavo no puede ser menos, y en él descubrimos que el Comerratas es quien modificó el virus, adaptándolo a su genoma humano inmune, y provocando que se haya infectado el mundo entero. Eso no es lo ridículo, de hecho es una subtrama que no está mal, lo ridículo es la conversación que mantienen el Comerratas y la científica, en la cual la mujer le dice algo como: ¨Has matado a toda la población mundial¨ y él dice ¨Que noooo¨, y ella ¨Que sí¨, y él diciéndole que no un buen rato hasta que responde algo como ¨Bueno, no pasa nada, que ya verás como lo arreglo¨. El capítulo entero está bastante aceptable dentro de lo que es la serie, pero, ¿a quién se le ocurrió esta conversación?

Derrotados los rusos, la serie se vuelve menos patriota y al menos yo le vi mejor calidad. En el noveno capítulo, la científica decide experimentar con cobayas humanas y coge a seis militares voluntarios, los cuales son: el contramaestre, la guapita, la mecánica pelirroja, Tex, el chaval con la cara de Jimbo de American Pie y una latina o mulata que solo había salido en dos escenas pero que aquí tiene mayor relevancia contando la típica historia yanki absurda sobre familiares muertos en el 11S y que ese fue el motivo por el que se hizo marine. ¿Que alguien me explique que tiene que ver que Bin Laden, un ex-espía de Estados Unidos, estrelle aviones contra las Torres Gemelas con que tú quieras hacerte marine? Total, que hay cinco cobayas que sobreviven y uno que muere. Adivinad cuál, que es bastante fácil.

Y llegamos al último capítulo de temporada, ese en el que todo espectador decide si verá la serie el año que viene o no. Y lo siento, pero yo sí la veré porque el capítulo me ha encantado, y es que es todo un golpe de efecto contra el patriotismo yanki que nos mostraron en toda la temporada. El capítulo empieza típico, con que Eric Dane y sus chicos llegan a Baltimore y se encuentran con una política que ahora controla el país (se parece a Condolezza Rice), pero que también hay un señor de la guerra muy malote, interpretado por el genial Titus Welliver, el cual les quiere poner las cosas chungas a lo que queda del gobierno. Tú te esperas lo típico, que Eric Dane vaya y se cargue al Titus, pero nada más lejos de la realidad, y eso hace que el capítulo sea brutal.

Eric Dane va a salvar a su familia y a inocularles la vacuna, pero entonces descubre que el gobierno por el que ha luchado no está inoculando la vacuna en la gente, sino un veneno que está acabando con toda la población civil. En los últimos minutos vemos que Condolezza es una manipuladora del quince y que el señor de la guerra, Titus Welliver, en verdad es buena gente, un rebelde de la resistencia, que incluso da de comer a niños en su refugio. Se acabó el patriotismo y decir lo americanos que somos, un giro de guión con dos cojones, y cuando ves eso y miras cómo ha sido toda la temporada ves el gran mérito que tiene, al menos lo que parece que han querido hacer. La cosa se parece bastante a las dos películas del Capitán América: en la primera veíamos que el Capi era un cliché patriota puro y duro, y en la segunda el Capi descubría que el estado que él había defendido estaba corrupto hasta los cimientos. Pues aquí igual.

Solo por ese giro de guión, yo le daré una oportunidad a la segunda temporada, porque creo que puede merecer bastante la pena.



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