La Mesita Del Comedor (2022) es de ese cine independiente que no te deja indiferente. Ua historia arriesgada, ya que es tan cotidiana que la espiral de los hechos se acerca cruelmente a la realidad.
La elección de una mesa de centro, ortera, provoca una pequeña discusión en la pareja, que va en escalada hasta lo impensable.
Desacierdo que desencadena una serie de acontecimientos que te tendrán con los nervios al vilo.
Película incómoda y tensa sin mostrar nada más que el relato.
Difícil de recomendar, pero un bue cinefilo sabrá disfrutar de la experiencia.
Un thriller semi amateur muy bien planteado donde de algo tan simple como comprar una mesa se va complicando hasta el final, es sutil y de alguna manera logra enganchar al espectador con su propia sutileza.
No es una joya pero con tan poco se consiguio mucho
La mesita del comedor destaca como un thriller independiente y sombrío. Su inicio es fuerte, explorando la tensión en una relación en declive, pero se diluye con subtramas adicionales. La ambientación y la música original suman puntos, aunque como largometraje pierde intensidad.
“La Mesita del Comedor“ emerge como una revelación en el cine independiente, una película pequeña pero poderosa que capta la esencia de una relación en declive. El guion brilla en su retrato de una pareja desgastada, cuyas interacciones oscilan entre lo mundano y lo tenso, con diálogos que capturan la esencia de lo cotidiano y lo oscuro.
A pesar de su fuerte comienzo, la película pierde algo de impulso en su segunda mitad al incorporar subtramas que, aunque interesantes, no igualan la intensidad de la trama principal. La ambientación, reminiscente de un piso de abuela de los años 70, contribuye a una atmósfera cargada y entrañable a la vez.
La banda sonora, destacada por una canción de BAMBIKINA nominada a los Goya, aporta un toque original al conjunto. Sin embargo, “La Mesita del Comedor“ brilla más como un cortometraje que como largometraje, sugiriendo que quizás el cine de corta duración merezca más atención y distribución.
Curiosamente, la película mantiene ciertos elementos de “Matar a Dios“, la obra anterior del director Caye Casas, incluyendo el reparto recurrente y una comida familiar central a la trama. Aunque su potencial se diluye ligeramente, la película sigue siendo una experiencia cinematográfica única y digna de ser vista.
Esta joya del cine español ha causado sensación en festivales nacionales e internacionales antes de su estreno. Este filme, caracterizado por su audacia y una visión políticamente incorrecta, equilibra la crudeza con toques de humor que provocan reflexión y risa a partes iguales.
Aunque anticipado como una cinta impactante y desafiante, su verdadero éxito radica en la ejecución de su narrativa. El guion, una colaboración entre el director y Cristina Borobia, destaca por su habilidad para tejer una trama que se desarrolla en torno a lo cotidiano, explorando temas profundos y responsabilidades inminentes.
La película, con su enfoque en lo verbal y lo cotidiano, logra una conexión intensa y perturbadora entre el protagonista y el espectador. David Pareja y Estefanía de los Santos ofrecen interpretaciones memorables, las mejores de sus carreras hasta la fecha, sumergiendo al público en una atmósfera de angustia y ansiedad crecientes.
“Inquietante“ y “perturbadora“ son adjetivos que describen a la perfección esta obra. Aunque su calidad cinematográfica es indudable, el filme puede no ser para todos los gustos debido a su naturaleza intensa y provocadora. Sin embargo, representa un hito en el cine español, desafiando al espectador a enfrentarse a una realidad dolorosa y a menudo ignorada.
La última creación de Caye Casas y Cristina Borobia, una mezcla inquietante de comedia negra y terror, te mantiene al borde del asiento con una angustia palpable. Su guion, una travesía por emociones extremas, se destaca por su originalidad y capacidad para cautivar al espectador.
En el corazón de esta historia, encontramos a Jesús y María, interpretados magistralmente por David Pareja y Estefanía de Los Santos. Recién convertidos en padres de un niño llamado Cayetano, se mudan a la casa de la abuela fallecida de Jesús, un escenario que pronto se convierte en el epicentro de una serie de conflictos y misterios. Un peculiar vendedor les vende una mesa para el salón, desencadenando una serie de eventos que sumergen a la pareja en una espiral de terror y desconcierto.
La película, realizada con un presupuesto modesto y un elenco reducido, logra un impacto impresionante. Casas, conocido por su obra “Matar a Dios“, demuestra una vez más su habilidad para tejer suspense de manera impecable. Este film, que te atrapa desde el primer momento, promete una experiencia cinematográfica que no te dejará respirar hasta su impactante conclusión.
“La Mesita del Comedor“ emerge como un desafío cinematográfico, orquestado magistralmente por Caye Casas. Es una experiencia intensa, fusionando humor peculiar y terror, con guiños al estilo de Álex de la Iglesia.
La trama, centrada en una pareja y una mesa de comedor, teje una narrativa sobre decisiones irreversibles que marcan la vida. El guion, coescrito por Casas y Cristina Borobia, es una joya que retrata lo cotidiano bajo una luz inquietante. Las actuaciones, especialmente de Estefanía de los Santos y David Pareja, son destacables.
Aunque una escena resulta algo forzada, el film se sostiene firme como una obra impactante y original.
Caye Casas logra un thriller psicológico con tintes de comedia negra que, sin ser demasiado gráfica (y eso se agradece), resulta realmente perturbadora. La película es realmente muy fuerte en lo que plantea y definitivamente NO ES PARA TODO TIPO DE PÚBLICO. Esta obra es un claro ejemplo de que, con poco presupuesto, pero con una buena historia bien escrita, realmente se puede obtener un excelente resultado. La historia transcurre prácticamente dentro de una sola locación, y sin embargo el espectador no puede dejar de fijar su atención a la pantalla. Un poco de aire fresco ante tantos refritos. Muy recomendable.
Críticas: 9
alleman
8
Magnífica propuesta independiente de Caye Casas, una historia incómoda, que sin mostrar mucho, resulta perturbadora. Una pareja de padres primerizos que no pasa por un buen momento en su relación, y que debido a una situación en particular, desatará una pesadilla familiar con resultados desastrosos. Las actuaciones son bastante correctas y la banda sonora de Bambikina, resulta simplemente cautivadora. De lo mejor que he visto últimamente. Super recomendable, pero no apta para todos.
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