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Siguiendo la línea de su anterior película ¨Feliz día de tu muerte¨ nuevamente este director apunta al público juvenil con este divertido giro en el género de slasher.

No hay que analizar mucho su historia: un asesino psicópata que sólo quiere matar a lo que se le cruce, lo hace con un cuchillo ritual maya, y en vez de matar a la protagonista, lo que logra es intercambiar con ella su cuerpo.
Para colmo si no logra recuperar su cuerpo en 24 horas el cambio será permanente.

Así la tímida niña de secundaria, pasa a ser un implacable asesino, en su contraparte, el asesino divertidamente pasa a ser una chica de 17 años.

Llena de clichés, se ríe del género, precisamente colocando en papeles protagónicos a un gay y una chica de color, quiénes históricamente son los primeros en morir en este tipo de películas.
Nunca pierde diversión, ya que salta entre el humor y el terror constantemente. Sumándole a que las muertes son bastantes gore.

Con códigos modernos, castigo a hombres abusadores e inclusión de minorías, esta película es políticamente correcta para el 2020.

Si te gustan los slashers, y las película que no se toman en serio a sí mismas, pasarás un buen rato.

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